lunes, 3 de abril de 2017

ESTA MUJER ESTABA EN LA CLÍNICA DE ABORTOS CUANDO DE REPENTE ALGO CAYÓ DE SU CARTERA Y CAMBIÓ TODO POR COMPLETO

Kimberly Henderson no estaba en su mejor momento de la vida. Tenía tres bocas por alimentar en casa y su novio la estaba engañando constantemente. Fue entonces cuando le llegó una noticia incluso más aterradora: estaba otra vez embarazada de su cuarto hijo. En aquel momento de pánico, la mujer no sabía qué hacer.

 Asustada por las consecuencias de un nuevo niño, indecisa tomó rumbo hacia una clínica médica para abortar. Sin embargo, una señal divina le llegó de manera absolutamente inesperada.Kimberly se armó de valentía y aunque no quería, fue a la clínica pensando que no tener a Vaida era la mejor opción para todos. 

Sin embargo, después de esperar varias horas, de su cartera cayó algo que cambió su vida por completo y entendió, que nunca debería haber ido allí
.
Instantes después, con la blusa rosa mojada de sus lágrimas, Kimberly decidió escribir un post para compartir su historia con todo el mundo. 
Hoy fui a la clínica de abortos, tomé la decisión”, comienza su relato, “Mi novio me engañaba, tengo tres hijos pequeños y estaba sola sentada allí, no podía ver las caras de las personas entre mis lágrimas.
 La gente vivía su vida a mi alrededor, comía comida rápida, enviaba mensajes de texto y se reían. Y yo era un desastre, tenía la cabeza abajo y mi rostro empapado en lágrimas. 
Trataba de convencerme que esto era lo mejor para mí, me preguntaba por qué había pasado esto si estaba en control de natalidad. Traté de convencerme y justificarlo”.
Empieza como una historia muy dura. Una mujer desolada que se enfrenta a una vida insoportablemente dura. Sin embargo, ella es consciente de la presencia de Dios en su vida. “Mi corazón se sentía pesado, como si iba a tomar una decisión horrible y Dios me enviaba señales para que no lo hiciera.
Cuando desperté esta mañana, mi hija estaba enferma y tenía que buscar una niñera, me perdí, mi coche se averió durante unos 15 minutos. Llegué tarde. Le pedí a Dios que me diera una señal y l a fuerza para levantarme y salir de allí”.
Como puedes leer, la mujer estaba muy consciente de la presencia de una fuerza mayor en su vida. Y sin embargo, el miedo era tan grande que fue a la clínica para abortar. El testimonio sigue: “La señora me llamó.
 Era el último momento para retirarse. Saqué la cartera y empecé a buscar mi identificación. De repente, una pequeña hoja cayó de la cartera, era una hoja que una pareja había dejado en la mesa el sábado por la tarde cuando trabajaba y tenía algo escrito”.Con manos temblorosas, Kimberly levantó la hoja de papel y leyó lo que ponía. En aquel momento su corazón dio un salto, sintió la presencia y la fuerza que necesitaba.
“Así que no temas, porque yo estoy con contigo, no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré, te sostendré con mi diestra victoriosa. Isaías 41:10”
Kimberly sabía que durante todo el tiempo Dios le estaba hablando, pidiendo, suplicando que no lo hiciera. Pero Dios no impone su voluntad, lo único que hace es mandar mensajes para seguir su camino porque Él lo conoce mejor y sabe guiar hacia la felicidad. Y lo más importante: Él protege la vida. Siempre. Y Kimberly es la prueba perfecta de una mujer lo suficientemente consciente y abierta para comprender sus señales. Poco después de leer el mensaje, dos de sus mejores amigas la llamaron diciendo palabras muy consoladoras: “Estamos contigo. Existe un motivo por el que Dios te ha dado ese regalo”.
“Dije a la señora que cambié de opinión. Ya iba a salir cuando una chica de más o menos 19 años me preguntó: `¿Lo vas a hacer?´. Respondí que no podía y ella replicó: `Quisiera tener tanta valentía como tú´. Le dije que la tiene y que puede hacer lo mismo, pero esta negó, explicando que tiene que hacerlo a causa de serias circunstancias. Cuando estaba ya saliendo de la clínica, dijo: “Cuando veas la cara de tu recién nacido estarás contenta de haber salido de aquí´. Las lágrimas saltaron a los ojos”.
“Mientras las lágrimas corrían por mi cara, sentí como si un gran peso hubiera caído de mis hombros. Sean cuales sean las circunstancias, Dios no se equivoca y está contigo”.
“Este es mi testimonio. Si tienes comentarios negativos al respecto, no los escribas aquí. Quiero que sepas que no me importa lo que dice otra gente. Por eso escribo. Mis amigos y mi familia son todo para mí. Y están conmigo al 100%. Y aunque tuviera que hacerlo sola, doy gracias a Dios por cada día. Lo único que recuerdo es un gran alivio y un sentimiento de fuerza al salir por aquellas puertas. Todo eso tenía un propósito. La vida de Vaida Everly tiene un propósito. Nació el 12 de septiembre de 2013 y fue bienvenida por todos los mejores amigos”.
Ahora Vaida es una niña llena de energía, llena de vida. Le gusta sonreír y reírse a carcajadas. Es ciertamente un regalo de Dios. El regalo, el don de la vida.
Si eres una mujer que vive una situación mínimamente parecida, piensa por favor que a lo mejor mediante este artículo, mediante el testimonio de Kimberly, Dios te está hablando también a ti. Por favor, seas quien seas y estés donde estés, protege LA VIDA. A toda costa, aunque parezca muy peligroso y arriesgado. Por favor, protege la vida.

0 comentarios:

Publicar un comentario